El lugar del profesor
En ocasiones, los profesores, sentimos que no somos respetados en el aula por nuestros alumnos. Una de las causas es que no ocupamos nuestro lugar. Un paso que nos acerca a ser respetados, viene de conocer cuál es nuestro lugar y ocuparlo con responsabilidad. Aunque no es el único paso.
La educación es necesaria.
Para entender cuál es nuestro lugar, debemos entender cuál es nuestra función.
Una necesidad de la sociedad, es que sus miembros crezcan y se desarrollen. Para ello, ha creado el sistema educativo, los centros de enseñanza y las normas que los rigen. Los dota de recursos y de profesionales. La sociedad pone al servicio de sus miembros los centros educativos con todo lo que hay dentro, incluidos los profesores.
Los padres llevan a sus hijos a los centros educativos, para que adquieran conocimientos.
Aquí ya se puede intuir un orden jerárquico.
Sociedad → Miembros de la sociedad → Sistema educativo → Profesionales.
Sociedad → Padres → Profesionales.
El lugar del profesor
Después de esto, observamos que todos los trabajadores del sistema educativo, incluidos los profesores, estamos al servicio de los padres, y de la sociedad.
Los trabajadores de los centros educativos estamos por debajo de los padres.
Somos la conexión del sistema educativo con los padres. Y estamos al servicio de ambos.
¿Cómo podemos saber si estamos en nuestro lugar?
La crítica al sistema educativo o a los padres, muestra que nos sentimos superiores a ellos y nos sitúa en un lugar que no es el nuestro. Ese desorden se manifiesta de forma inconsciente y los alumnos lo captan, también sus padres, y el resto del sistema educativo.
¿Cuál puede ser la actitud del profesor?
Si hablamos con los padres para decir lo mal que se porta su hijo, o lo mal estudiante que es su hijo, u otro tipo de mensaje parecido, según como sea nuestra forma de hacerlo, le podemos estar transmitiendo un mensaje inconsciente de no eres un buen padre o madre y no sabes hacerlo bien. Esto nos colocaría en una posición por encima de los padres y por lo tanto, fuera de nuestro sitio.
Una actitud que ayuda, es pensar que esos padres, sean como sean, son los mejores padres para ese hijo. Y lo hagan como lo hagan, es lo mejor que pueden hacer con él.
Las comunicaciones con los padres, pueden ser hechas con respeto, explicando como está aconteciendo en el aula, sin que nos sintamos superiores, sin querer salvar a los hijos o a los padres.
Una comunicación respetuosa, sin juicios por nuestra parte, es la diferencia.
Este tipo de comunicaciones, en ocasiones, nos resultan difíciles de hacer, porque estamos habituados a emitir juicios. Se consiguen hacer, con paciencia y observándonos.
¿Por qué aparece la falta de respeto en el aula?
Los hijos tienen amor y fidelidad a los padres y al sistema familiar, un amor inconsciente. Si no respetamos a los padres, de forma consciente o inconsciente, los hijos lo captan. Entonces los hijos por fidelidad a los padres no pueden permitirse respetarnos. Y el resultado es que los hijos no nos respetan.
Son muchas las causas que hacen que un niño tenga dificultades en el aula, en próximos artículos hablaré de otras dinámicas.
Antonio Bueno Juan
Gracias Antonio! Me ha encantado tu aportación pero sobretodo me suma como profesora! Gracias, gracias y mil gracias! 🙏
Hola Lídia!
Me alegro de que te encante.
Gracias por tu comentario.
Muy bueno..excelente aporte.
Muy buenis días! Mi pregunta es, si es igual ara todo los ámbitos educativos.? Digamos, que también se respeta la misma mirada en la Universidad?
Gracias!
Hola Elsa!
Todos los ámbitos educativos están al servicio de la sociedad. Sin embargo, Los alumnos de la universidad ya son adultos, y los profesores están al servicio de los alumnos y de la sociedad.