Aprender a amar en la relación de pareja

La relación de pareja es una aspiración, una necesidad, una forma de realización del ser humano. Una experiencia de vida que nos lleva a conocernos mejor y a llegar a lugares nunca antes alcanzados en soledad. Algunos que despiertan alegría y amor, otros que se presentan desconcertantes. Incluso en estos hay amor. Urge decir que no hay un “felices para siempre”, ni príncipes ni princesas. Hay un regalo que necesita ser cuidado, aquí y ahora.

Hay hombres y mujeres reales, que traen consigo todo su bagaje, traen una forma de mirar e interpretar para compartir con el otro. Ante todo, hay que desarrollar una postura interna de amor. Amar y ser amado es un aprendizaje continúo y maravilloso.

Se ha observado que la relación de pareja se fortalece respetando ciertos principios que por cuestiones didácticos, hemos enumerado, no teniendo ningún orden ni jerarquía entre ellos. Los llamaré pilares, sin com ello pretender formatearlos o restringirlos a un único modelo. Cada pareja encuentra su propia manera de realizarse. No hay un modelo estándar.

La verdad, es la incompletud de cada uno y de ambos lo que es el motor de la evolución y profundización de la relación amorosa. Es sentir lo incómodo lo que nos hace querer ver más, evolucionar más, mejorar. La relación de pareja es también el espejo de los conflictos inconscientes o que están por resolver, entre las dos personas y las interferencias transgeneracionales de su pasado.

Se observó que los pilares importantes en una relación de pareja son:
1- Amor.
2- Equilibrio entre dar y recibir.
3- Sexualidad.
4- Intercambio afectivo.
5- Convivencia.

Hoy solo vamos a tocar una parte del primer pilar:

Amor

El amor es el tejido de la relación de pareja, no es sólo un sentimiento, es también una actitud y una postura, podemos llamarlo amor existencial, amor como actitud, que se desarrolla en el día a día, requiere conciencia, madurez y práctica. Es la aceptación incondicional y agradecida del otro tal como es. Esta aceptación no debe confundirse con una actitud estática o inmutable. Por el contrario, es apartir de los dos como son, sin ningún juicio que haga posible hacer cesiones mutuas y equilibradas, para co-construir juntos un camino. Vivir una relación de pareja nos habla de compartir, de amor, de decisiones, de responsabilidad, de sexualidad, de dar y recibir… compartir destinos.

Corazón - Mirada Sistémica

Podemos decir internamente a nuestra pareja:
“Gracias. Te tomo exactamente como eres, incompleto e imperfecto. Gracias por regalarme la vida contigo. Gracias por ser como eres.”

Aprendemos sobre el amor desde el inicio de nuestros padres y/o de nuestros cuidadores sustitutos. Todo lo que nos separe del amor incondicional por nuestros padres se reflejará inmediatamente en nuestras relaciones con los demás. Si hubo una separación muy temprana (por ejemplo, separación por hospitalización, emigración, salida del hogar, viajes profesionales) de la madre o del padre, este sentimiento de separación y abandono a temprana edad sigue presente en la edad adulta e influye en la dinámica de la relación de pareja. Y en los demás ámbitos de la vida, pero estos no son ahora el objeto de reflexión.

El amor se aprende y se repara primero en la relación con nuestros padres. Cuando nuestro amor por nuestros padres (tanto si son cercanos como si no, si están vivos o no) fluye, también fluirá hacia los demás. Una vez más, el acento tónico está en la postura interna.

Mata el amor en la pareja querer cambiar al otro, juzgarlo, desear que sea diferente o que su familia sea diferente, pensar que lo vamos a educar a nuestra manera, ejemplos que son formas de exclusión, son formas de faltar al respeto a nuestro cónyuge o pareja.

Como escribe Brigitte Champetier de Ribes, “los ismos matan el amor”. Quienes viven en la filosofía del machismo o feminismo, pretenden alcanzar el poder y la supremacía sobre el otro; el foco está en el poder y no en la relación de pareja que pretende ser de paridad. Cuando hay amor, no hay postura de poder. Cuando vivimos en rivalidad o competencia con nuestra pareja, esposo/a, entramos en un juego de manipulación y vamos construyendo el camino del distanciamiento. Lo mismo sucede cuando tratamos a nuestra pareja como un niño o incapaz de cuidar de si o de su responsabilidad.

Muy probablemente, en las situaciones antes mencionadas, también estemos presos al pasado, viviendo una fidelidad a algún antepasado o haciendo algo por él, enredados en su dinámica -yo como tú, o yo por ti-, un pasado que puede venir de nuestra infancia o de generaciones anteriores. Hacer una constelación familiar resulta muy útil y liberador en muchos casos.

Amar al otro es amar lo que es y lo que le pertenece, exactamente como se presenta, sus cargas, sus virtudes, su historia, sus padres, su sistema familiar.
Para que eso suceda, primero debemos aprender y ponernos a disposición para amar lo que somos y lo que nos pertenece. Amar y respetar lo que somos implica amar a nuestros padres tal como son, amar nuestra historia como fue y es, nuestras cargas, nuestro sistema familiar.

Una pareja no son solo dos personas que se encuentran y se casan o se juntan. En una pareja, confluyen dos sistemas familiares que se han atraído y se necesitan ambos unidos al servicio de una conciliación entre polaridades, una reconciliación quizás de un conflicto muy antiguo. Aprender a vivir el amor adulto y real y elegir pensamientos, sentimientos y acciones nuevas es cada vez más necesario y eficaz, no siendo sin embargo lo más fácil. Lo más fácil es repetir, imitar, ya sea a nosotros mismos oa los miembros de nuestra familia o sociedad.

El desafío será mayor cuanto mayor sea la diferencia entre las dos personas y sus sistemas, valores, rituales, creencias, culturas, prácticas de cada uno. Es aquí también donde está el mayor potencial para el desarrollo de ambos y del proyecto de pareja. Aprender a amar y descubrir la sintonía de la diferencia o simplemente amar la diferencia.

Continuaremos en otros artículos con este apasionante tema, la relación de pareja. Haz nos llegar las dudas o preguntas que te gustaría ver aclaradas.

Esta nota se basa en el artículo de Brigitte Champetier de Ribes escrito en su sitio web www.insconsfa.com y en las enseñanzas de Bert Hellinger. Esta información es el resultado de lo observado en varias dinámicas de pareja que nos permitieron ver lo que da fuerza y contribuye a la realización de la relación de pareja. Estos y otros artículos reúnen conclusiones con base a la filosofía sistémica de Bert Hellinger y Brigitte Champetier de Ribes. Solo pretenden ser un aporte para las personas, acercando información de una manera sencilla y útil.
Ayudará mucho participar en los próximos cursos de Relaciones de Pareja que informamos en la agenda de nuestra página www.miradasistemica.com

Nídia Brito da Costa

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