El texto que sigue forma parte integrante del capítulo escrito por René Schubert: “La mirada terapéutica de las Constelaciones Familiares sobre la psicosis y sus aportes a la Resolución de Conflictos” (en) Derecho 4.0 innovación empática en la resolución de conflictos, Organización Marcia Sarubbi, Editora Manuscritos, Brasil, 2020
“Lo que el padre calló aparece por la boca del hijo, y muchas veces he descubierto que el hijo era el secreto revelado del padre”. Friedrich Nietzsche
“Lo que es silenciado en la primera generación, la segunda generación lo lleva en el cuerpo”. Françoise Dolto
A partir de estas dos citas, una de un filósofo y otra de un pediatra y psicoanalista, vamos a iniciar esta reflexión sobre la mirada, postura y práctica del abordaje terapéutico alternativo de las Constelaciones Familiares en relación a las psicosis.
Algunas observaciones sobre las psicosis
Dejando en claro que esta temática es muy amplia y posee diversas escuelas que se ocupan de su estudio y terapéutica, como las neurociencias, la psiquiatría, la psicología, el psicoanálisis, entre otras. Aquí se hará una exposición rápida y puntual a partir de algunos conocimientos utilizados por los escritores de este artículo.
Según una investigación publicada recientemente en la Revista Superinteressante (octubre de 2019): La Organización Panamericana de la Salud estima que 23 millones de personas en todo el mundo padecen trastornos psicóticos, término que hace referencia a un conjunto muy diverso de diagnósticos. La más famosa y también la más común es la esquizofrenia. Pero dentro de las diversas manifestaciones de la psicosis, principalmente como estructura clínica, podríamos señalar los siguientes cuadros: psicosis paranoides, psicosis depresivas, trastornos bipolares y su manifestación en otras enfermedades como la depresión severa, el trastorno de identidad disociativo, el trastorno límite de la personalidad, entre otros.
Para Sigmund Freud, en la psicosis se pierde la realidad. Hay un transtorno en el cual las relaciones entre el ego (yo) y el mundo exterior (realidad exterior) son distorsionadas. Esta pérdida de realidad hace que la realidad y la fantasía se mezclen y se confundan, no teniendo así una percepción clara del interior y el exterior, de lo real y de la fantasía. Se percibe una desorganización de los afectos, pensamientos, conductas e inestabilidad del humor en los pacientes que manifiestan esta estructura psíquica.
Según el psiquiatra brasileño Dr. Ballone: “Las psicosis son trastornos psiquiátricos graves en los que el paciente pierde el contacto con la realidad, emite juicios falsos en forma de delirios (falsas creencias), pudiendo también presentar trastornos de senso-percepción en forma de alucinaciones (percepciones irreales en la audición, visión, tacto, gusto y olfato), trastornos de la actitud que pueden comprometer la convivencia social, además de otras formas extrañas de comportamiento”.Antes de que existiera como diagnóstico, la distorsión de la realidad se conocía simplemente como “locura”. El loco era un individuo apartado de la sociedad. Aquel que no se involucraba con la realidad compartida con los demás. En este sentido, se percibe el movimiento de exclusión, de segregación de estas personas del medio sociocultural. Fueron marginados, eliminados, al margen de la sociedad.
En los textos de Bert Hellinger sobre el tema, este señala cómo las psicosis no son el sufrimiento de un individuo, algo aislado. Pero sí, el sufrimiento de todo un sistema familiar. Algo que a veces se pierde en el tiempo, pero no el lugar. El espacio, el lugar, esto siempre vuelve, se repite y remite a historias anteriores, inconclusas y llenas de emociones y sentimientos contradictorios, como la culpa, el miedo, el placer, el asco, la vergüenza, la ira, la satisfacción, la lástima, entre otros. Stephan Hausner también apunta en la misma línea: “No podemos reducir las enfermedades a una persona. La enfermedad a menudo sirve al sistema. Conecta y separa”. En este sentido, la mirada de las Constelaciones Familiares al sistema familiar como un todo, no sólo al individuo que sufre el síntoma, sino al patrón de comportamientos y creencias que apuntan a un incidente o incidentes previos ocurridos en la historia familiar.
En los desarrollos del Psicoanálisis, tanto Sigmund Freud como Jacques Lacan sostuvieron que en las dinámicas y manifestaciones de la estructura psicótica, más que algo genético, había algo hereditario – mencionaron que en familias donde había un paciente que padecía esquizofrenia, en una o dos generaciones volvería a aparecer un hijo, nieto o bisnieto que presentaría cuadros de carácter psicótico. Utilizando el Genograma y los estudios transgeneracionales en familias con trastornos psiquiátricos, muchas veces podemos verificar y visualizar cómo la incidencia de cuadros psicóticos se repite, a veces saltándose algunas generaciones y volviéndose a presentar en las siguientes. Antônio Terzis apunta esto en su artículo hablando del modelo transgeneracional, las relaciones dinámicas de las generaciones anteriores del paciente: “(..) se argumenta que la esquizofrenia es un proceso que requiere tres o más generaciones para desarrollarse”.
Como lo señala una encuesta de la Revista Superinteressante (octubre de 2019), en la mayoría de las veces el tratamiento de pacientes psicóticos involucra medicamentos psicotrópicos asociados con un acompañamiento terapéutico constante. Fue solo en la última década que los científicos probaron el efecto de la terapia sobre la psicosis y los resultados se mostraron prometedores. Primero, porque la terapia combinada con medicación demostró ser más eficiente que la medicación sola. Segundo, porque logró mejorías en cuadros en los cuales los pacientes abandonaban la medicación, hecho muy común en pacientes psiquiátricos, la resistencia y muchas veces el abandono de los medicamentos psicotrópicos.
A menudo, el conocimiento médico señala que los trastornos psicóticos en general son cuadros crónicos, no existiendo cura. Por lo tanto, el enfoque de los tratamientos es estabilizar al paciente para aumentar su calidad de vida. Cada vez más, los enfoques terapéuticos buscan posibles respuestas y resoluciones para tales trastornos, mirando no solo al individuo aislado, sino a su sistema de origen. El objetivo es ofrecer herramientas y posibilidades terapéuticas que, además de ampliar la calidad de vida, sean inclusivas y resolutivas.
Desde el Psicoanálisis actuamos escuchando los fenómenos elementales que trae el paciente. O sea, sus delirios, voces, visiones, fantasías o paranoias son material clínico para investigar y profundizar. El contenido de estos fenómenos es muy importante. Pueden reflejar miedos y experiencias pasadas que actúan como desencadenantes de las crisis y manifestaciones del paciente. Hablar de tales experiencias ayuda al paciente, pues muchas veces en estas “charlas” son traidos a la luz elementos más amplios que van más allá de su historia personal, incluyendo, por ejemplo, su historia familiar, su cultura, eventos pasados importantes en la historia familiar, características bioquímicas, genéticas, patrones repetitivos en el sistema familiar, creencias y secretos de antes y aún presentes en la vida del paciente. Es importante, desde el proceso terapéutico con el paciente, traer a la conciencia informaciones, historias y dolores. Darles un lugar y trabajar en un posible reconocimiento, diferenciación e integración en el cuerpo y la vida cotidiana del paciente.
De esta forma, ubicamos aquí la Constelación Familiar como un posible abordaje terapéutico capaz de sacar a la luz tales dolores, enredos, destinos difíciles y abrir posibilidades a nuevas formas de lidiar y elaborar – en el aquí y ahora. Respetando el tiempo y la apertura de cada paciente para este procedimiento y también los recursos terapéuticos ya utilizados por él hasta ese momento, tales como seguimiento médico, recursos clínicos utilizados, medicamentos y procedimientos terapéuticos. La Constelación Familiar entra como una posibilidad más dentro de las terapias que utiliza el paciente y su familia.
“Lo que una generación dejó sin resolver, le tocará a la siguiente, inconsciente e inocente, intentará de resolverlo. Y así, vinculada a temas y asuntos que no son realmente de su responsabilidad, hay una transmisión transgeneracional de problemas familiares que, a veces, crean una cadena de destinos trágicos o difíciles” – “Por medio de este trabajo y estos movimientos del alma, como yo los llamo, podemos ayudar a estos dos lados a reconciliarse. Entonces todo el sistema se sana: no solo los clientes con el cuadro psicótico, sino también su padre y muchos de las generaciones anteriores, que probablemente también fueron psicóticos”. Bert Hellinger
En núcleos familiares donde hay mucha violencia, pérdidas, daños, la Constelación Familiar surge como un abordaje terapéutico que suministra herramientas, miradas, posturas que buscan la resolución de conflictos. Poner el lugar del conflicto, permitir que se muestre y cuáles son los elementos que actúan en él, en el aquí y ahora y permitir que nuevas posibilidades se manifiesten en lugar de perpetuar los conflictos hasta la repetición de destinos difíciles y desastrosos.
Es importante señalar que, la mayoría de las veces, este proceso es largo, lleno de idas y venidas, ya que el material es delicado. El propio tratamiento es largo por la fragilidad y complejidad del cuadro y de los elementos que intervienen en él. Provoca miedo, malestar, angustia. Hay una necesidad sentida por los miembros de la familia de mantener el material preservado, en secreto. Un sentimiento de peligro inminente y la necesidad de mantener ciertas cosas ocultas, no habladas. Comúnmente, los casos trabajados con una Constelación Familiar son encaminados desde diferentes campos y saberes terapéuticos, en busca de alternativas para lidiar con este dolor. La búsqueda de respuestas y la posibilidad de alivio hace que el paciente llegue a la Constelación Familiar.
Es indicado que, inicialmente, este paciente participe como representante, asista a algunas Constelaciones Familiares y quizás integre grupos de estudio sobre estos temas. Así, poco a poco, va sintiéndose más seguro y preparado para mirar su propio sistema y participar de su propia Constelación Familiar, de forma presente, activa y responsable.
Corresponde al facilitador, con base en su experiencia clínica y postura en el campo, verificar las condiciones del paciente para trabajar este tema. ¿Existe autorización del sistema para mirar las cuestiones involucradas? ¿El paciente está presente y dispuesto a mirar el sistema familiar extendido? ¿El paciente se siente seguro en el ambiente en el que se encuentra y con el grupo de personas que se pusieron a disposición para este trabajo?
En este sentido, nos referimos a la obra de Bert Hellinger: “Los Ordenes de la Ayuda”, pues en ella hay indicaciones fundamentales sobre la postura y forma de trabajar del facilitador en Constelaciones Familiares.
El acompañamiento terapéutico por el cual el paciente pasa hasta llegar a la Constelación Familiar debe mantenerse y en ocasiones es importante que el facilitador se lo refuerce. La Constelación Familiar viene para traer nuevas formas de ver el sistema y quizás nuevas formas de lidiar con antiguas cuestiones. El saber, las orientaciones y la importancia de otras terapeúticas deben mantenerse y seguirse.
La Constelación Familiar actúa en el reconocimiento de lugares y situaciones tal como son. En la diferenciación de estos lugares: lo mío, lo del otro; lo que tomo para mí, lo que tomo del otro; qué hago con lo que me pertenece y cómo lo cuido, respeto por lo que no me pertenece; qué lugares doy y cómo trato con ellos. Tomando conciencia de los motivos y cómo sucedieron en esos lugares o respetando que así fueron. La conciencia de su lugar en la familia y la fuerza que este lugar tiene para él y los suyos. La integración de estas nuevas formas de mirar, sentir y validar. Nuevas formas de lidiar con viejos patrones de habla, creencias y comportamientos. La posibilidad, en el sentido de resolución de conflictos, de que el paciente se vuelva activo en la resolución del conflicto, ocupando su lugar de fuerza y responsabilidad dentro de su sistema familiar.
Se trabaja en la Constelación Familiar con la representación espacial de diferentes aspectos anímicos internos del paciente. Como sabemos por el marco del análisis transaccional, trabajamos con aspectos psíquicos internos traumáticos como niños heridos, niños adaptados, niños abandonados. Ingenuas, inocentes, víctimas. Con una visión del adulto para estas diferentes dinámicas, quizás pueda salir del lugar de la inercia, la ingenuidad, la piedad, el sacrificio y asumir un lugar de responsabilidad, renuncia, respeto, más propio de la postura adulta. Como señala Laszlo Mattasovszky: “La reconciliación entre víctimas y perpetradoes ocurre cuando ambos se miran como adultos capaces de sentir y sobrevivir”.
La ampliación de la conciencia en el sentido de ver los motivos y movimientos que se dieron dentro del sistema familiar y su importancia para la adaptación y sobrevivencia del mismo, como legado, para las generaciones futuras. El alto precio pagado y muchas veces cargado por muchos. Por lealtad al sistema, por amor al sistema.
De la reflexión de Stephan Hausner: “El trabajo con constelaciones sistémicas sirve para confrontar e integrar aspectos del alma que estaban excluidos y disociados. El potencial de la aplicabilidad de las constelaciones solo puede ser desarrollado en un procedimiento individual, cada caso es un caso. Si bien en muchos procesos de enfermedad se manifiestan dinámicas familiares idénticas o similares, los pasos hacia la solución son diferentes para cada cliente. Corresponde al terapeuta/constelador entrar en contacto con la realidad del cliente que lo lleva a cambiar de actitud, quizás ayudándolo a obtener alivio o incluso la sanación de los síntomas, incluyendo todo lo que se experimenta en lo más profundo del alma como pacifico y saludable.”
Así, partiendo de la mirada limitada, dolorosa y excluyente del trauma y del sufrimiento, la Constelación Familiar, como abordaje terapéutico, se convierte en una alternativa efectiva para la resolución de conflictos, por traer una visión, imagen más amplia del sistema, permitiendo así el reconocimiento, la diferenciación, integración e inclusión de todas las partes de este gran sistema, en esta gran alma.
Referências Bibliográficas
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Un magnífico artículo que permite reflexionar la amplitud de nuestro contexto familiar y nuestra existencia en este. Encuentro elementos de gran valor para explorar soluciones y ampliar la explicación de nuestro abordaje. Mil gracias 🫂
Gracias Ana Rosales por tu comentario.
Un abrazo Antonio Bueno Juan
Excelente Artículo muy esclarecedor y buena síntesis de las Constelaciones Familiares como ayuda terapéutica en estos casos. Mil gracias!
Gracias Mireya! Nos alegra que te sea útil. Saludos Antonio Bueno Juan